Que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha
que cada día te despiertes para buscar algo nuevo
no desfallezcas, no te sientas nunca débil
apóyate en mí cuando tengas sed
yo te daré hasta el agua de la vida
No te pongas objetivos imposibles
no elucubres contra nadie
el odio nunca es la solución
la misericordia está en tus ojos
esos ojos grandes como mundos
Así que atrévete a conocerme
acércate lo más posible a la luz
para ver cómo centellea
pero vuelve al redil de la paz
sigue siendo tu mismo
miércoles, 24 de noviembre de 2010
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