jueves, 25 de octubre de 2012

Llueve

Llueve, llueve y los muñecos de barro no encuentran escapatoria
No debe de haber moratoria para quien no perdona a unos ojos amables
Mentiras subiendo por peldaños cada vez más estrechos
Quemaduras que no se concentran en la piel sino en el alma

Hay que volver a ser el niño que una vez se fue
Para poder volver a ser realmente feliz de nuevo
El horizonte solo alcanza a donde tus ojos quieran ver
Te daré un poco de agua de mis cansadas manos

domingo, 14 de octubre de 2012

Se pasa

Se pasa la vida corriendo, aullando y gritando de felicidad
Se pasa las noches soñando, cantando y riendo con humildad
Se le escapan las piedras de su corazón antes ancladas a una baranda
Pululan por negros lugares sus fantasmas olvidados y defenestrados, heridos y perdonados
El mayor miedo que él tiene es no poder dar el siguiente paso