Se pasa la vida corriendo, aullando y gritando de felicidad
Se pasa las noches soñando, cantando y riendo con humildad
Se le escapan las piedras de su corazón antes ancladas a una baranda
Pululan por negros lugares sus fantasmas olvidados y defenestrados, heridos y perdonados
El mayor miedo que él tiene es no poder dar el siguiente paso
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