Bésame en los labios hasta que ya no existan, hasta que no sienta que son míos. Que me beses siempre, sobre todo para sentirte bien. Aquí los tienes, para lo que quieras. Para que sientas que estás cerca del cielo pero con los pies en este mundano y sucio mundo.
Coge mis manos tan fuerte que desaparezca todo rastro de que alguna vez fueran mías. Cógelas y llévalas a ese mundo donde te encontré, de luces, de algo brillante y genuino como tus pelos de color de oro.
Que cuando pierdas el camino me llames con fuerza, o en otro caso que silbes, llegaré como un Robin Hood para cuidar de tu gran corazón. De tus besos llenos de vida. De tu preciosa alma pasajera y viajera.
Que cuando no sepas donde estás, alargues la mano y yo siga ahí para ti.
viernes, 8 de abril de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario