Me parece raro, extraño, no tenerte aquí, en mi cama, hoy.
Nos conocimos una noche como otra cualquiera. No, no fué otra noche. Nadie discute sobre Paulo Coelho, y al coger sola un tren en el que yo no iba, me pide un beso de despedida. Y se lo doy, claro está.
Cinco días buenos se pasan en un suspiro, diez minutos malos son una eternidad.
Me despierto a veces y veo que ya no estás aquí y no me gusta esa sensación.
Te mando mensajes sensoriales para que sepas que estoy ahí contigo, estés donde estés.
jueves, 9 de diciembre de 2010
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1 comentario:
Yo también estoy contigo estés donde estés.
Aquella noche fue muy especial; nadie discute sobre Paulo Coelho y te pide un beso marchándose sola en un tren. Pero nosotros somos únicos, los dos lo sabemos.
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