Me enamoro cada día
Al ver unos ojos
Al escucharte hablar
Al acordarme de una melodía
Y tararearla
Y vuelvo a escuchar el mar
Ese mar que a día de hoy se encuentra tan distante
Y no se trata de una metáfora
Hablo contigo
Tu cara no me parece la misma
Desapareces de mis recuerdos
Alguna vez has estado en ellos
Quien sabe. Yo no
Sólo siento este sol abrasador en mi cuello
Y siento que millones de granos de arena se enredan en mi pelo
Y me hacen flaquear
Que curioso que algo tan ínfimo
Te destruya más que mil tormentas
Que mil amaneceres no vistos
Pero sigo en pie
No me importa el dónde
El cuándo ahora Ya No es importante
El futuro en realidad no existe
Para qué?
Si todavia escucho los llantos del interior de la jungla
Gritan por lo mismo que yo
Esta carretera no estaba antes
Pero bueno, a quién le importa
Si en LA CIUDAD, nadie mira a los ojos de la gente
Sólo siento algo fluir por mis venas
Y llegar a mi cerebro
Sólo desearía que siguiese ahí
Y no sentir que pensando en tí me pesan los párpados
Las tormentas de las que te hablé
Las causo yo al mover mis pestañas
Y lo peor de esto es que sigo sin saber quien eres
martes, 9 de diciembre de 2008
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