No se había puesto el sol, pero la sombra de una duda se cernía sobre su cabeza.
Estaba tirado en la cama con la luz de su habitación ya encendida porque le tenía miedo a la oscuridad
El espejo de su cuarto le escupía un reflejo aterrador, mientras por la ventana se veían unas nubes de caramelo pero de color incierto, eso sí, lo miraban imperturbables desde su lejana altanía
La música que sonaba en esos momentos no era nada esperanzadora, una sucesión de sicodelia que le ayudaba a deformar aún más su realidad, en ese momento se acordó del nombre de una de ellas y vió con los ojos medio entrecerrados que se llamaba "Soledad", al girarse sintió que la heroína que se había inyectado hacía apenas 5 minutos empezaba a galopar literalmente por sus venas llegando a su cabeza mientras la canción se derivaba hacia una explosión de locura perturbadoramente sensual. No hay mañana para los perdedores, solo el hoy.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Todo lo que llega a tu vida es porque tú lo has atraído. Y lo
has atraído por las imágenes que tienes en tu mente. Es lo
que piensas. Todo lo que piensas lo atraes.
«Cada uno de tus pensamientos
Es un objeto real: una fuerza»
Publicar un comentario