martes, 30 de marzo de 2010

Una tarde de lluvia

La lluvia es como las ilusiones y desilusiones de alguien francamente pesimista. A veces vienen, otras se van, pero siempre de manera intermitente
Los optimistas, al utilizar el otro lado del cerebro, aprecian otro matiz. La lluvia es buena, y a veces cuando no viene también lo es. Así ven su realidad. Cada cosa es buena en un momento, a veces en un instante. Así que cuando llega la lluvia solo se quedan a mirarla y la miran desde dentro de su casa que en este caso está caliente y hay un buen fuego dentro. Esto también podría llamarse, una metáfora
Un día entero en mi pueblo viendo la lluvia caer, utilizando leña y viendo muy buen cine
La vida es cuestión cómo de lleno veas tu vaso

No hay comentarios: