La vida te está esperando en cualquier esquina mientras tu estás bebiendo cerveza rubia sin siquiera saborearla.
No hay brujas, ni magos, ni reinas, ni sapos que se convierten en otra cosa. Ya no hay gente especial ni mágicas formas que terminan en un te quiero.
Los niños no sueñan ni despiertos y se aburren soberanamente cuando duermen.
Los adultos nunca han sido niños en este mundo pesaroso y lento, cruel y apagado.
Y los ancianos ya no cuentan historia alguna porque a nadie le interesa escucharlas.
Sigo escribiendo cuando puedo y no cuando debo.
Pero sigo escribiendo hasta alcanzar ese último punto que culmine una historia única y mía, que haga que te sientas orgulloso de mi, estés donde estés.
Mientras el otoño se dibuja en tu sonrisa y corre por mis venas.
domingo, 9 de septiembre de 2012
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